Una fuga espectacular, y el recuerdo del beso de una bella dama: El arte de Víctor Cruz |
Luego de la publicación sobre La inteligencia en llamas, -cuya historieta ha sido descargada profusamente, por cierto- y tras corregir que se trató del penúltimo número de la serie clásica (previo señalamiento de nuestro buen amigo Batumix), nuestro también amigo y colaborador Sotero localizó inmediatamente en su colección este episodio, el cual ahora sí, podemos afirmar que fue el último número de esta serie que hemos denominado clásica.
Luego de la aparición de este ejemplar en febrero de 1975 como el número 202, dió inicio la nueva serie águila con el número 203, "Los extraños bebés de probeta", en tamaño mediano. Esta serie sería la más numerosa, extendiéndose por 10 años más hasta el número 732.
La aventura que hoy les compartimos es original de Gonzalo Martré y es un excelente trabajo del escritor, con buen ritmo y amena narrativa, y con sus buenas dosis culturales, como nos tenía acostumbrados. Los dibujos de Víctor Cruz están ejecutados con gran apego a los requerimientos del guionista. Aunque prácticamente ambos creadores no solían verse en persona, el entendimiento entre ellos podía apreciarse en sus trabajos, para lo cual ayudaron mucho las notas explicativas del autor.
Este episodio nos muestra magistralmente (en opinión mía) las características del mejor Fantomas publicado por Novaro: Temerario, galante, ladrón y justiciero. Sus incursiones en la propiedad ajena eran prácticamente siempre y en primer lugar para su propio beneficio, pero en ocasiones las cosas no salían como estaban planeadas y podían dar un giro inesperado, como aquí sucede. El modo como Fantomas escapa, rompiendo ventanas, debe ser lo que hizo pensar a Cortázar que nuestro héroe tenía esa costumbre, en lugar de usar puertas, je, je. (Recuérdense las partes en las que La Amenaza Elegante irrumpía en la casa del escritor argentino, en "Fantomas contra los vampiros multinacionales").
El estilo de Martré desborda por las páginas. Desde frases como "¡Por la computadora universal! Alguien me madrugó", hasta el poético cierre de la historia:
El buen trabajo del dibujante Víctor Cruz |
El estilo de Martré desborda por las páginas. Desde frases como "¡Por la computadora universal! Alguien me madrugó", hasta el poético cierre de la historia:
Amanecía...
La bruma gris se tragó a Fantomas...
En la palaciega mansión,
quedaron los hombres coléricos,
frustrados por perder su presa,
y una dama con el recuerdo de un beso...
¡Un beso ante el fuego de las metralletas!
Que ustedes la disfruten!
-Luis Van
Créditos del episodio Título: "Un beso ante el fuego de las metralletas" No.: 202 Fecha de publación: 24 de febrero de 1975 Serie: Clásica Editorial: Novaro Argumento: Gonzalo Martré Dibujo: Víctor Cruz Páginas: 35, con cubiertas Digitalizado por: Sotero Editado por: Luis_Van |