De la comicteca de: Luis_Van
Antonín era admirador del Hércules Poirot de Agatha Christie e inclusive llegó a conocer personalmente a la autora (La astucia de Antonín). Constantemente se le veía leyendo novelas policíacas, una afición que no le hacía ninguna gracia al inspector.
Algo corto de vista y presentado siempre con los ojos desorbitados detrás de gruesas gafas, en una ocasión las perdió en un accidente y milagrosamente le ofrecieron una nuevas que resultaron ser una increíble herramienta para atrapar a La amenaza elegante (Las nuevas gafas de Antonín), cosa que logró, pero sólo por unos momentos.
Su brillante carrera en la policía de París al lado de su padrino se vino abajo en la época de la editorial Vid. Ya no hubo casos que le permitieran acercarse a Fantomas, y su papel se redujo a acompañar al inspector en cada uno de sus fracasos tratando de atrapar al criminal más famoso de Francia, sin aportar nada. Una verdadera lástima.
Sus últimos pensamientos son reveladores: "¡Antonín es un pequeño genio! Constituye un verdadero peligro, y en adelante tendré que cambiar mis planes de defensa".
Espero que disfruten este ejemplar de la primera época de la serie águila, y último episodio en un sólo número que me faltaba compartir.
Además debo agradecer en gran medida a todo el público que nos honra con su visita, permitiendo rebasar las 100,000 visitas a este blog. Cien mil gracias!
Para la próxima vez, no se pierdan las últimas aventuras por capítulos publicadas en tamaño águila.
Hasta pronto!
-Luis Van
Antonín
Antonín es el ayudante del inspector Gerard, quien fue reclutado por este último a raíz de la muerte de su anterior colaborador, el teniente Bagnolet (La casa amarilla). Vimos a Antonín por primera vez cuando el inspector fue a convencerlo para que trabajara para él en 1976 en El joven Antonín llega a París. Una vez aceptado el empleo, pronto pudimos darnos cuenta que la capacidad intelectual del joven detective era suficiente para atrapar a Fantomas (El terrible dilema de Antonín), pero esta habilidad siempre estuvo limitada por el temperamento del inspector, más proclive a actuar que a pensar.Antonín, al estilo de Víctor Cruz. |
Algo corto de vista y presentado siempre con los ojos desorbitados detrás de gruesas gafas, en una ocasión las perdió en un accidente y milagrosamente le ofrecieron una nuevas que resultaron ser una increíble herramienta para atrapar a La amenaza elegante (Las nuevas gafas de Antonín), cosa que logró, pero sólo por unos momentos.
Su brillante carrera en la policía de París al lado de su padrino se vino abajo en la época de la editorial Vid. Ya no hubo casos que le permitieran acercarse a Fantomas, y su papel se redujo a acompañar al inspector en cada uno de sus fracasos tratando de atrapar al criminal más famoso de Francia, sin aportar nada. Una verdadera lástima.
La desaparición de Antonín
Antonín era muy peligroso y Fantomas lo sabía de sobra. Por esa razón lo tenía en constante vigilancia. El episodio de hoy trata sobre una forma muy original de neutralizarlo con ayuda de su red de agentes y de sus disfraces, así como de su pasmosa sangre fría, como diría Gonzalo Martré.Sus últimos pensamientos son reveladores: "¡Antonín es un pequeño genio! Constituye un verdadero peligro, y en adelante tendré que cambiar mis planes de defensa".
Espero que disfruten este ejemplar de la primera época de la serie águila, y último episodio en un sólo número que me faltaba compartir.
Además debo agradecer en gran medida a todo el público que nos honra con su visita, permitiendo rebasar las 100,000 visitas a este blog. Cien mil gracias!
Para la próxima vez, no se pierdan las últimas aventuras por capítulos publicadas en tamaño águila.
Hasta pronto!
-Luis Van
Título: La desaparición de Antonín No.: 2-332 Serie: Águila Fecha de portada: 27 de noviembre de 1977 Dibujo: Víctor Cruz Argumento: Sin datos Digitalizada por: Luis_Van Páginas: 36, incluyendo cubiertas Descargar en formato CBR |